Congelada
u oxidada, o quizás un poco
adormecida. O anestesiada. No me
decido. Lo que sí decidí, es volver con regularidad al blog.
O al menos
intentarlo.
Hola, by the way.
Allá por agosto 2020
dije que habiendo conseguido una computadora nueva era una excelente
oportunidad para volver al que fue mi primer amor allá cuando tenía 14 años,
una netbook y mucho tiempo libre (sí, igualmente tenía el celular, pero los que
nos apasionamos con la escritura manuscrita o en teclado sabemos lo tedioso que
puede llegar a ser inspirarse y expresarse en una pantalla ínfima).
La realidad es que
hasta hace no mucho tuve exceso de tiempo libre (como muchos durante la cuareterna),
pero eso me lleva a pensar también que por lo menos en mí tiene un efecto
rebote: pienso “uy tengo bocha de tiempo para hacer x cosa”, y al verme
sobrecogida por tanto ocio, termino no haciéndolo, o peor, haciéndolo a medias
y dejándolo.
Será que estoy
leyendo mucho (Diana Gabaldon se lleva todos mis
halagos, su prosa es atrapante y en cierto punto me identifico con muchos de sus
aspectos), el golpe de inspiración de la luna llena o el hecho de
NECESITAR escribir, que estoy de nuevo acá. Siendo franca, la última vez que
publiqué algo fue en septiembre del 2020, hablando precisamente del aborto
legal (el cual todavía no era ley en Argentina) y después pasaron muchas cosas
en el medio sobre las cuales quise escribir (como solía ser antes, expresarme y
dar mi punto de vista de tal o cual cosa), empezando por la cancelación de
cierto youtuber argentino nefasto, de ahí en adelante pasé por toda la gama de
colores en cuanto a temáticas sobre las que quería hablar.
Por una cuestión de
practicidad, fiaca, tiempo o lo que sea (sumando el hecho de que tampoco soy
asidua usuaria de la computadora de manera recreativa, por lo menos no como
hace 12 años), terminaba diciendo lo mismo pero de manera mucho más reducida en
mis historias de instagram, y quedaba ahí. Obviamente
dejaba muchas ideas en el tintero, y me debatía entre “quiero opinar de x cosa
de manera más detallada y expresiva” y el “bueno ya dijiste lo que pensabas, ya
está”.
Tengo proyectos,
tengo ideas, tengo mucho de lo cual quisiera ponerme a escribir, con más o
menos detalle, haciéndolo más o menos extenso. La realidad es que ahora que
tengo la vida al menos un 90% acomodada, no tengo el tiempo libre que tenía
antes, y por lo menos ahora el que tengo lo distribuyo de manera equilibrada
para no ahogarme en una sola actividad (leer y hacer ejercicio, salir y
quedarme jugando cual niño rata, entre otros) y tratar de llegar a hacer todo.
Sí, a veces pienso que un día de 24 horas me queda corto para todo lo que hago
(y lo que no, sencillamente porque me falta tiempo), y eso sin mencionar que
por lo menos a esta altura de mi vida tengo los horarios de sueño y descanso
acomodados, porque cuando usualmente dormía de 3 a 5 horas sentía que no me rendía,
ahora es todo lo contrario. Acostándome y levantándome temprano exprimo al
máximo la productividad de la que dispongo y sigo sintiendo que no me alcanza.
En fin, me fui un
poco por las ramas, pero siempre que prometo volver a blogger hago un all in
all, un te lo resumo así nomás re mil resumido sobre mis desapariciones y sus
motivos, siempre con la promesa de volver.
La verdad que
extraño un poco eso, pero sí, siempre se vuelve al que fue tu primer amor.
Cierro
diciendo que hoy, viernes 14 de enero, rozamos una temperatura de 43° C; usen
protector solar, estén a la sombra y tomen agua.
Con una mente tan deseosa de interactuar en intercambio de opiniones y compartir sus líneas de razonamientos, un blog puede no ser la mejor herramienta pero tené por seguro que
ResponderEliminarAcá voy a estar para leerte y debatir
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